Nociones básicas sobre el TDAH

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es uno de los
trastornos más presentes en la sociedad. El DSM-5 (2014) clasifica al TDAH como
un “trastorno del desarrollo neurológico” o del “neurodesarrollo”. Pero, ¿qué significa
esto?
Pues bien, los trastornos del neurodesarrollo son trastornos cognitivos y del
comportamiento que surgen durante el período del desarrollo y que implican
dificultades significativas en la adquisición y ejecución de funciones intelectuales,
motoras, de lenguaje o sociales específicas.
En este sentido, el TDAH se entiende como un trastorno en el desarrollo cognitivo y
conductual que afecta al niño en todos sus ámbitos (escolar, familiar y social) y que
puede clasificarse en tres tipos dependiendo de la conducta predominante:
inatención, hiperactividad-impulsividad y combinado.

¿Cuál es su origen?

Las causas de base biológica del TDAH aún no están establecidas en tanto que no
se ha podido determinar qué gen o conjunto de genes son los causantes de este
trastorno. Más bien, el TDAH es un trastorno de etiopatogenia heterogénea,
multifactorial y compleja, que “no puede ser explicado por una única causa, sino por
una serie de vulnerabilidades biológicas que interactúan entre sí junto con factores
ambientales” (Quintero y Castaño de la Mota, 2014).
De entre las principales afecciones de este trastorno se destaca “una dismorfología,
disfunción y baja conectividad de múltiples redes, fronto-estriatal, fronto-parietal y
frontocerebelar, lo que refleja los distintos dominios cognitivos afectados en TDAH,
como inhibición, atención y percepción del tiempo” (Rodillo, 2015).

¿Cuáles son los síntomas de este trastorno?


Los síntomas nucleares son:
Hiperactividad. Se caracteriza por una incapacidad en mantenerse quieto o estático. Algunas de las conductas más visibles son:

  • Cambios de postura.
  • Movimiento constante de las extremidades.
  • Levantarse de la silla en situaciones inadecuadas
  • Correr, hacer ruido o hablar de forma excesiva.
  • Dificultades para organizar las ideas que se pretenden transmitir.

Inatención. Se caracteriza por una dificultad para mantener la atención ante una tarea determinada. Esto supone que la persona:

  • No presta atención a los detalles.
  • Comete errores por descuido o despiste.
  • Presenta dificultades para completar actividades.
  • Presenta dificultades para organizarse y planificarse.
  • Evita tareas que impliquen mucho esfuerzo mental.
  • Se distrae con facilidad.
  • Se olvida de encargos o actividades.
  • Presenta dificultades para aprender cosas nuevas o para hacer
    actividades que resulten poco motivantes.
  • ● Impulsividad. Entendida como una incapacidad para controlar las acciones o
    pensar antes de actuar. Algunos ejemplos de esta conducta son:
  • Responder antes de que finalice la exposición de la pregunta.
  • Realizar comentarios inapropiados.
  • Dificultad para esperar el turno.
  • Interrumpir en conversaciones o juegos.
    Además de los tres síntomas nucleares que se han tratado, existen otra serie de
    síntomas asociados:
  • Dificultades para relacionarse socialmente con sus iguales y con los adultos.
  • Problemas en el aprendizaje.
  • Rendimiento académico por debajo de su capacidad.
  • Dificultad para la expresión verbal.
  • Torpeza motora.
  • Escasa tolerancia a la frustración.
  • Escasa noción y manejo del tiempo.
  • Tendencia a tener una autoestima baja.
  • Tendencia a involucrarse en conductas de riesgo.

¿Qué tipos de tratamientos existen?
El tratamiento del TDAH debe abordarse desde una perspectiva multidisciplinar, en
la que tenga cabida tanto el tratamiento psicoeducativo como el farmacológico, así
como el tratamiento en el contexto: asesoramiento a padres y profesionales.
El tratamiento psicopedagógico debe basarse en técnicas que fomenten la mejora
de los procesos cognitivos y de las funciones ejecutivas con el fin de incrementar el
control consciente, voluntario y finalista de su comportamiento y aprendizaje,
mejorando así su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales.
A su vez, el tratamiento farmacológico se centra en el uso de varios tipos de
fármacos para reducir los síntomas del TDAH. En España, los fármacos que se
encuentran aprobados son los estimulantes y no estimulantes.
Para profundizar en el tema, puede encontrar más información, ámbitos de
intervención, fundamentos y pautas de intervención y descripción de material en la
obra

Autora: María de las Alas-Pumariño Rosellón

Nuestra autora es pedagoga y maestra de Educación Primaria, especializada en Neuropsicología y desde 2021 trabaja con niños con Trastornos del Neurodesarrollo, e imparte sesiones de apoyo educativo en Cantabria.

Realiza asesoramiento profesional y familiar, e intervenciones en diferentes ámbitos educativos, a la vez que comparte contenidos y elabora proyectos con el sello Sadhana Pedagogía.

Y desde el entusiasmo y la profesionalidad, comparte todos sus aprendizajes y experiencia educativa y sanitaria.

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