Nivel escolar: 8 a 12 años.
Cuaderno del alumno de toma de decisiones.
Para construir un armario de madera, antes es preciso dominar el manejo de las herramientas propias del oficio de carpintero. Entonces, ¿por qué a veces nos empeñamos los educadores en que nuestros alumnos y alumnas fabriquen armarios bonitos (obtengan éxito escolar) sin prepararlos de antemano en la adquisición del manejo de las herramientas (objetivos procedimentales) que precisan para fabricarlo?
Empecemos la casa por los cimientos y no por el tejado. Primero enseñemos a los alumnos las herramientas del pensamiento y después pidámosles que piensen adecuadamente.
El presente volumen «Toma de decisiones» nos parece un instrumento muy útil para desarrollar en nuestros alumnos y alumnas el aspecto afectivo de manera sistemática, fomentando en ellos actitudes positivas tales como escuchar, respetar, cooperar…, y que culminen en algo tan difícil de conseguir como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro). El material, en principio ideado para Educación Secundaria, puede aplicarse fácilmente en 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria. Los cambios efectuados han perseguido siempre ese objetivo y están basados en el trabajo real con alumnos y alumnas.
Para el profesorado proporciona estrategias concretas para llevar a cabo en el aula el Plan de Acción Tutoríal, intentando dar vías de solución a problemas que se repiten en las tutorías: peleas, discriminación, apatía, etc.
Nos parece fundamental el entrenamiento de los chicos y chicas en la toma de decisiones desde el principio de su escolarización y, por ello, en los problemas planteados aparecen continuamente situaciones de la vida real en sus dimensiones individual y grupal, entroncando con los métodos y técnicas de resolución de conflictos, habilidades sociales, etc., que tan buen resultado están dando en la práctica docente actual.
Nos parece que tal entrenamiento aporta, además, esa cualidad tan necesaria y, a veces, tan poco frecuente en niños y adultos, de saber esperar, de reflexionar antes de actuar, controlando la impulsividad. Se insiste también en la necesidad de renunciar en ocasiones a un bien inmediato y efímero, para conseguir otro mediato, pero más duradero y satisfactorio para uno mismo y los demás.
Con todo ello se intenta romper el esquema premio-castigo para el mantenimiento de la disciplina en el aula, para ir sustituyéndolo por la formación de un criterio propio, analizando las situaciones y llegando a un esquema de autodisciplina y compromiso grupal en el cumplimiento, aceptación y elaboración de normas.
Por último, señalar que considerábamos imprescindible la colaboración e implicación de las familias, ya que muchas de las situaciones en las que los alumnos y alumnas tienen conflictos y deben decidir se producen en casa y también en relación con el colegio: deberes, controles, etc. Por ello, en los problemas planteados, los padres y madres pueden participar también de manera activa, convirtiéndose entonces esta serie en un punto de encuentro para familias y tutores/as.
Si lo desea puede ver páginas interiores de la obra:
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